ABISMO

Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.

Lo insondable y abismal simboliza los estados que (todavía) no han cobrado forma, o inimaginable desde el punto de vista de la percepción, es decir, tanto los orígenes oscuros del Universo como su fin: la indeterminación de la primera infancia y la disolución de la personalidad en la muerte; pero también la unidad con lo absoluto en la unión mística. Para C.G.Jung el símbolo del abismo es como "arquetipo" se vincula con la madre amante y al mismo tiempo terrible, así como con las fuerzas de inconsciente.

ABISMO

Profundidad, lugar sin fondo que simbólicamente ha sido adoptado por numerosas culturas como el lugar más terrible que representa todo lo deleznable, todo aquello que espera a quien no se comporta correctamente. En él se encuentra lo que no tiene fondo, donde el mundo conocido, natural, desaparece. En las profundidades puede ocurrir de todo, es "otro mundo" con sus propias reglas, y sus seres monstruosos dispuestos a atrapar a los habitantes de la superficie que allí caen. En su puerta hace guardia la figura más horrible que el hombre pueda imaginar.

Así, por ejemplo, entre los acadios, la diosa Tiamat es la madre abismo:

"La madre Abismo que forma todas las cosas hizo además armas irresistibles:

Dio a luz serpientes monstruosas, de diente agudo, de mandíbulas despiadadas. De veneno en vez de sangre, llenó sus cuerpos. Revistió de espanto dragones furiosos.

Y cargándolos de resplandor sobrenatural, los volvió como dioses".

Para los egipcios Tiamat se convierte en Nun, para los griegos es el reino de Hades, dios de los infiernos, mientras que los romanos lo identifican con las posesiones de Plutón.

También la Biblia concibe el abismo unido a la figura terrible de Leviatán, de donde tomará su simbolismo el cristianismo para hacerlo morada del demonio y del infierno a lo largo de la Edad Media.

Allí fueron enviados como castigo los ángeles caídos de acuerdo con el Libro de Henoc; es la morada de los demonios según el Evangelio de Lucas, y el lugar donde se encuentra preso el demonio para el Apocalipsis

(20;1-3): "Y vi un ángel que bajaba del cielo con la llave del Abismo y una gran cadena en la mano. Echó mano al Dragón, la antigua serpiente, que es el Diablo, Satán, le encadenó por mil años, le arrojó al Abismo, cerró y puso el sello encima para que no sedujera más a las naciones hasta que no pasaran los mil años; luego debe ser desatado por un poco de tiempo". Los gnósticos dieron al abismo el nombre de Bythus y lo convirtieron en el primer principio divino, fuente de toda existencia.