ALEJANDRIA

ALEJANDRIA

Ciudad fundada por Alejandro Magno en el año 331 antes de nuestra era en Egipto, a orillas del mar Mediterráneo, se convirtió en uno de los centros fundamentales del cristianismo primitivo a partir del año 41 de nuestra era. Incluso se señala que San Marcos fue su primer obispo. Los trabajos realizados por la Iglesia de Alejandría son de notable interés ya que muestran no sólo la evolución cristiana desde los primeros pasos de los judeo-cristianos, sino también de los primeros gnósticos y su influencia en el posterior desarrollo del cristianismo.

Fue cuna del movimiento de los alejandrinos, teólogos cristianos que propugnaron entre los siglos II al V una serie de ideas muy especiales basándose en la tradición desarrollada sobre la filosofía helenística, judaizante, cristiana y gnóstica, lo que daba lugar a un trascendentalismo abstracto y a un monismo absoluto en cuanto al concepto de Dios. También defendían la mediación de unas potestades, espíritus o eones, que permitían salvar la distancia existente entre el cielo y la tierra. Como camino para llegar hasta Dios hablaban de una ascesís que al mismo tiempo acercaba a la inmortalidad.

En el siglo II en Alejandría se fundó la Escuela Gnóstica que compitió con los Padres del cristianismo que crearon a finales de siglo una escuela catequética destinada a formar catecúmenos y a la propagación del Evangelio en constante discusión intelectual con judíos y paganos. Entre sus directores destaca Clemente, hombre culto, filósofo preocupado por la concepción cristiana del Logos, cuya suprema emanación es Cristo. Discípulo aventajado de Clemente fue Orígenes con quien culmina la obra del maestro. Se dedicó a construir una filosofía cristiana sistemática destinada a confundir a los griegos, sin apartarse al mismo tiempo de la tradición apostólica. Como filósofo insistió en que al Dios Supremo sólo puede ofrecerse la plegaria. Todo el movimiento alejandrino posterior se basa en estas ideas con una rivalidad, cada vez más marcada, con la Escuela de Antioquía, contando con hombres como Atanasio, Apolinar, Cirilo..., quedando como principal resultado de la labor desarrollada por todo ellos en esta ciudad a orillas del Mediterráneo, el trinititarismo de las tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y una decidida defensa cristológica de la naturaleza divina de Cristo.

Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.