CAÍDA

Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.

Caída de objetos

Existen en numerosas tradiciones populares una serie de supersticiones concernientes a la caída de objetos. Tales supersticiones alcanzan una especie de significado profético.

Así, por ejemplo, en Gran Bretaña, Alemania y países escandinavos, el hecho de que caiga al suelo una jarra u otro objeto similar indica que en breve plazo se va a producir una seria decepción.

Una tijera que cae al suelo indica un cambio de trabajo, la caída de un lápiz supone una noticia desagradable, etc.

CAIDA

Se denomina así tanto en el judaísmo como en el cristianismo, el pecado cometido por Adán que privó a todos los hombres del Paraíso, permitiendo la entrada de la enfermedad, de la muerte...

En el Antiguo Testamento aparece la caída de Adán reflejada en el Génesis (3):

"La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que había hecho Yavé Dios. Y fue y dijo a la mujer: "¿Así que Dios os ha dicho que no comais de ninguno de los árboles del jardín?". "No, respondió la mujer a la serpiente, si podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Sólo del fruto del árbol que está en medio del jardín nos dijo Dios: No comais de él, ni siquiera lo toquéis, porque de lo contrario moriréis." Replicó la serpiente a la mujer: "¡Que vais a morir! Al contrario, es que Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal". La mujer vio entonces que el árbol era sabroso para comer, bonito de ver y apetecible para adquirir sabiduría. Así que tomó de su fruto y comió; se lo dio también al hombre que estaba junto a ella, y él también comió. Entonces se abrieron sus ojos y, al darse cuenta de que estaban desnudos, cosieron hojas de higuera y se hicieron unos taparrabos. Oyeron después los pasos de Yavé Dios que se paseaba por el jardín a la brisa de la tarde, y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del jardín. Pero Yavé Dios llamó al hombre: "¿Dónde estás? —le dijo—. "Oí tus pasos en el jardín —respondió el hombre— y de miedo, porque estaba desnudo, me he escondido". Yavé Dios replicó: "¿quien te hizo saber que estabas desnudo? ¿Será que has comido del árbol del que te prohibí comer?" Respondió el hombre: "la mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí". "¿Qué es lo que has hecho? —dijo Yavé Dios a la mujer—. Y ella respondió: "Es que la serpiente me engañó y fui y comí". Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho eso, maldita seas entre todos los ganados y entre todas las bestias salvajes. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida. Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza; tú sólo acosarás su calcañar". A la mujer le dijo: "Multiplicaré las molestias de tus embarazos; con dolor darás a luz a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, y el te dominará".

Al hombre le dijo: "Por haber escuchado la voz de tu mujer y haber comido del árbol del que te había prohibido comer. Maldita sea la tierra por tu culpa. Con fatiga sacarás de ella tu sustento todos los días de tu vida. Ella te dará espinas y cardos y comerás la hierba de los campos. Con el sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra de la fuiste formado. Porque eres polvo y al polvo volverás".

El cristianismo acepta esta caída y afirma que gracias a la muerte en la cruz de Jesucristo el hombre ha hecho las paces con Dios, ha sido redimido de este pecado.