Se le compara con el pensamiento por la capacidad para forma imágenes y reflejar "reflexionar" tiene el mismo origen, la realidad.
Símbolo del conocimiento, incluso el de sí mismo, la conciencia, la verdad y la claridad.
También simboliza la Creación por cuanto ésta es "reflejo" de la inteligencia divina así como el corazón humano que cuando es puro recibe a Dios (o la esencia de Buda).
La paremiología compara la cara o los ojos con el "espejo del alma". Por su claridad es un símbolo solar como fuente indirecta de luz, pero también lo es de la Luna; dada su pasividad representa lo femenino y en china también es un símbolo del sabio que no actúa, prefiriendo la vida contemplativa.
En el Japón, donde el espejo es símbolo de pureza total del alma, así como la diosa del Sol, muchos templos sintoístas guardan su espejo sagrado.
Por su semejanza óptica con la superficie del agua, en algunos pueblos africanos se usó como símbolos de ésta para invocar la lluvia.
En las artes pláticas del Medioevo y del Renacimiento hallamos el espejo como símbolo de la vanidad y de los placeres carnales, aunque por otra parte también puede representar la sabiduría y la veracidad; en la Edad Media simbolizó asimismo la virginidad de María, ya que ésta fue el espejo en que Dios se "reflejó" a sí mismo dando la persona del Hijo.
La superstición popular le atribuyó propiedades apotropaicas en numerosos países.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.