HIPNOTISMO

Expresión usada en parapsicología y fenómenos paranormales.

Nombre dado por el Dr. Braid a varios procesos, gracias a los cuales una persona dotada de gran fuerza de voluntad sume a otra de ánimo más débil en una especie de éxtasis (trance); una vez sumida en tal estado, esta última ejecutará todo cuanto le sugiera el hipnotizador

A menos que el hipnotismo sea producido para fines benéficos, los ocultistas lo denominan hechicería o magia negra

Es la más peligrosa de todas las prácticas, tanto moral como físicamente, puesto que ejerce una influencia dañina sobre el fluído nervioso y los nervios que regulan la circulación sanguínea en los vasos capilares

[De grado o por fuerza, la ciencia tendrá que aceptar la vieja "superstición", como ha aceptado muchas otras

Y una vez se haya visto obligada a aceptarla, sus ilustrados profesores con toda probabilidad (juzgando por la pasada experiencia, como en el caso del Mesmerismo y Magnetismo, ahora bautizados de nuevo con el nombre de Hipnotismo), prohijarán la cosa rechazando el nombre

Doctrina Secreta, I, 316.

HIPNOTISMO

Dominar a los demás por el poder de la voluntad es un ataque mental mucho más reprensible que un asalto o ataque en el plano físico de acción.

A este asalto mental se le llama Hipnotismo y está graduado en sus efectos, lo mismo que el asalto en el mundo físico.

Ninguna persona de voluntad fuerte puede ser dominada por un hipnotizador en tal extensión que llegue a dominarla y los que mantienen una actitud mental positiva no pueden ser dominados. De ahí que a la confiada víctima se le diga primeramente que se ponga en actitud perfectamente negativa y que quiera dormir.

Los pases del hipnotizador se dirigen entonces hacia la cabeza, golpeando la cabeza del cuerpo vital y arrancándola de la física, de tal manera que cuelgue como un collar de gruesos rodillos en torno del cuello, como si fuera un cuello arrugado.

De esta manera se corta la conexión entre el Ego y el cuerpo denso como en el sueño y los vehículos superiores se retiran. Pero ahora hay una condición distinta a la del estado de sueño. La cabeza del cuerpo vital no está en su debido lugar, envolviendo y compenetrando la cabeza de la víctima.

Ésta está ahora interpenetrada por el éter del cuerpo vital del hipnotizador y de esta manera éste tiene poder sobre su víctima.

El mayor peligro y más grave para la víctima está en el hecho de que una vez que parte del cuerpo vital del hipnotizador ha sido introducido en el de aquélla, ya no puede arrojarlo completamente al despertar. Una pequeña parte del mismo permanece y forma un núcleo mediante el cual el hipnotizador puede obtener nuevamente ingreso y subyugar a su víctima más fácilmente la segunda vez, y en cada ocasión se agrega algo más a ese núcleo, y así la víctima va quedando gradualmente impotente y desamparada, dirigida por la voluntad de su dominador e independientemente de la distancia, hasta que la muerte del uno o del otro acaba con toda conexión.