El primer cubo 2x2x2=8.
Según Aristóteles y Pitágoras el número alcanza su perfección con la tercera potencia 3x3x3=27.
En las interpretaciones paleocristianas dicha perfección se refleja en el octágono de la pila bautismal así como en la planta octagonal del baptisterio como expresión de lo femenino, del seno de la Iglesia, y simboliza la resurrección de Cristo.
El 8 es además la cifra del elemento tierra, tal como 27 lo es del elemento fuego.
La Circuncisión tuvo lugar el 8vo día después de la Natividad.
El hinduismo y el budismo asignan al ocho un papel relevante, suele ser el número de los radios de la rueda budista, el de los pétalos de la flor simbólica de loto y el de los caminos que conducen a la perfección espiritual.
El dios hindú Visnú tiene ocho brazos relacionados con los ocho centinelas del espacio.
En Japón el 8 representa además la magnitud que no se puede medir ni contar.
Como producto de 3 (fuego) X 3 (fuego) X 2 (tierra) = 18 es la cifra del elemento aire; posiblemente simboliza también un ciclo astronómico, ya que indica (en años) el período que tarda en repetirse idénticamente la secuencia de los eclipses de Sol y Luna.
Es uno de los número perfectos, es decir iguales a la suma de todos sus divisores enteros: 1+2+4+7+14=28; además el número lunar por antonomasia, al recorrerse las 4 fases en 28 días; 4X7=28 desempeñó gran papel en el mitraísmo y en todos los sistemas que tuvieron caracterizado el 7.
De acuerdo con la tradición islámica fueron 28 los profetas antecesores de Mahoma.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.