PARÁBOLA DEL HOMBRE RICO Y EL HIJO POBRE

PARÁBOLA DEL HOMBRE RICO Y EL HIJO POBRE

El Buda ora por la felicidad de todos los seres, lucha por dar felicidad a cada una de las personas, es el padre de todos

Cuando tenemos convicción en este corazón del Buda, florece y se abre nuestra propia sabiduría.

En la parábola del hombre rico, aunque el padre le da al hijo libres facultades para manejar su patrimonio, las riquezas siguen siendo propiedad del padre. El tesoro de la sabiduría del Buda todavía no era una posesión personal del hijo. Cuando por fin el hijo a adoptado una postura magnánima y segura de sí mismo, el padre revela su verdadero nombre y le transfiere todas sus riquezas. Del mismo modo, cuando la capacidad de la gente llegó a un buen nivel de desarrollo, el Buda pudo exponer el Sutra del Loto, su verdadera enseñanza, y conceder a sus discípulos la joya suprema de la Budeidad. "En principio, yo no tenía codicia ni afán alguno de todas estas cosas", piensa el hijo. "Pero ahora, todos estos tesoros vienen a parar a mí sin yo quererlo".

"Cuando, por fin, el hijo adopta una postura magnánima y segura de sí mismo, el padre revela su verdadero nombre y le transfiere todas sus riquezas. Del mismo modo, cuando la capacidad de la gente llegó a un buen nivel de desarrollo, el Buda pudo exponer el Sutra del Loto, su verdadera enseñanza, y conceder a sus discípulos la joya suprema de la Budeidad".(Katsuji Saito en La sabiduría del Sutra del Loto: Diálogo sobre la religión en el siglo XXI, Sección 11, fascículo 6, p. 11)

"El gran maestro T'ien-t'ai de la China interpreta que esta parábola del hombre rico y su hijo pobre se refiere a los cincuenta años de prédica de Shakyamuni. Clasifica sus enseñanzas en cinco categorías conocidas como los "cinco sabores", a partir del proceso por el cual se refina la leche para obtener mantequilla clarificada. El esquema, que por otro lado es muy conocido, se basa en "cinco periodos" de prédica.

Cada uno de los cinco hechos principales de la parábola responde a un significado particular (a), un periodo de enseñanza (b) y un sabor (c).

Expresión usada en budismo y sus tradiciones.