PITONISA O PYTHIA

PITONISA O PYTHIA

(Griego). Según los diccionarios modernos, esta palabra designa la persona que daba los oráculos en el templo de Delfos, y toda mujer a quien se suponía dotada del espíritu de adivinación, "una hechicera" (Webster).

Esto no es verdad ni es exacto.

Apoyándonos en la autoridad de Jámblico, Plutarco y otros autores, la Pitonisa era una sacerdotisa [de Apolo] elegida entre las sensitivas, jóvenes puras y de las clases más pobres, y colocada en un templo, en donde se ejercitaban los poderes oraculares.

Allí tenía ella una habitación separada de todos, excepto del Hierofante o vidente principal, y una vez admitida, quedaba, como una monja, perdida para el mundo.

Sentada en un trípode de bronce sobre una grieta del suelo, por la cual subían vapores embriagantes, estas exhalaciones subterráneas impregnaban todo su organismo produciendo la manía profética, y en este estado anormal pronunciaba ella los oráculos.

Aristófanes, en Vœstas, I, reg. 28, denomina a la pitonisa ventriloqua vates, o "profetisa ventrílocua", por razón de su voz de estómago.

Los autores antiguos situaban el alma del hombre (el Manas inferior) o su conciencia personal, en la boca del estómago.

Así encontramos en el verso cuarto del segundo himno nâbhânedichta de los Brahmanas: "Escuchad, ¡oh hijos de los dioses!, a uno que habla por el ombligo (nâba), porque os llama en vuestras moradas".

Este es un fenómeno de sonambulismo moderno.

El ombligo era considerado en la antigüedad como "el círculo del sol", el asiento de la divina luz interior.

Por esto, el oráculo de Apolo estaba en Delphi, la ciudad de Delphus, matriz o vientre, así como el asiento del templo era denominado omphalos, ombligo.

Como es bien sabido, un gran número de sujetos mesmerizados pueden leer cartas, oír, oler y ver por dicha parte de su cuerpo.

Aun hoy día existe en la India (y también entre los parsis) la creencia de que los Adeptos tienen en el ombligo llamas que aclaran para ellos todas las tinieblas y quitan el velo del mundo espiritual.

Entre los zoroastrianos se les da el nombre de lámpara de Deshtur o "Sumo sacerdote", y entre los indos, "luz o esplendor del Dikchita (Iniciado)".

[Véase: Isis sin velo, I, XXXVIII y XXXIX.]

Expresión utilizada en mitología.