YAMA

YAMA

(Hebreo). Personificación de la tercera raza; raíz de Ocultismo.

En el Panteón indo, Yama es asunto de dos distintas versiones del mito.

En los Vedas es el dios de los muertos, un Plutón o Minos con quien moran las sombras de los difuntos (los Kâmarûpas en el Kâmaloka).

Un himno habla de Yama como el primero de los hombres que murieron y el primero que pasó al mundo de bienaventuranza (Devachan).

Esto, porque Yama es la personificación de la raza que fue la primera dotada de conciencia (Manas) sin la cual ni hay cielo ni Hades.

Yama es representado como hijo de Vivaswat (el Sol).

Tenía una hermana gemela llamada Yamî, que siempre le instaba, según otro himno, a tomarla por esposa, a fin de perpetuar la especie.

Lo que se ha dicho tiene una muy especial significación simbólica, que se explica en Ocultismo.

Como hace observar debidamente el Dr. Muir, el Rig-Veda -la más grande autoridad en los primitivos mitos que dan la nota fundamental original de los temas que hay en el fondo de todas las variaciones subsiguientes- en ninguna parte se presenta a Yama "como teniendo algo que ver con el castigo de los malvados".

Como rey y juez de los muertos, un Plutón en una palabra, Yama es una creación muy posterior.

Hay que estudiar el verdadero carácter de Yama-Yamî a través de más de un himno y poema épico, y recoger los diversos datos diseminados en docenas de obras antiguas, y entonces podrá uno obtener un consenso de alegóricas declaraciones que se encontrarán para corroborar y justificar la enseñanza esotérica, de que Yama-Yamî es el símbolo del Manas dual, en uno de sus significados místicos.

Por ejemplo, Yama-Yamî está siempre representado de un color verde y vestido de rojo, y como viviendo en un palacio de cobre y de hierro.

Los estudiantes de Ocultismo saben a cuál de los "principios" humanos deben aplicarse los colores verde y rojo, y por correspondencia el hierro y el cobre.

El "doble gobernador" -el epíteto de Yama-Yamî- es considerado en las enseñanzas exotéricas de los buddhistas chinos a un tiempo como juez y criminal, el refrenador de sus propios malos actos y malhechor mismo.

En los poemas épicos indos Yama-Yamî es el hijo gemelo del Sol (la deidad) por mediación de Sañjñâ (la conciencia espiritual); pero así como Yama es el ario "señor del día", que aparece como símbolo del Espíritu en Oriente, Yamî es la reina de la noche (tenebrosidad, ignorancia) "que abre a los mortales la senda del Occidente" -emblema del mal y de la materia.

En los Purânas Yama tiene muchas esposas (muchas Yamîs) que le obligan a residir en el mundo inferior (Pâtâla, Myalba, etc., etc.); y una alegoría la presenta con el pie levantado, para cocear a Chhâya, la criada de su padre (el cuerpo astral de su madre Sañjñâ, un aspecto metafísico de Buddhi o Alaya).

Como está declarado en las Escrituras indas, el alma, al abandonar su envoltura mortal, se dirige a su morada en las regiones inferiores (Kâmaloka o Hades).

Una vez allí, el Registrador, el mensajero Kármico llamado Chitragupta (oculto o escondido esplendor), lee toda su información del Gran Registro, en el cual durante la vida del ser humano quedan impresos de un modo indeleble todos los actos y pensamientos -y, según la sentencia pronunciada, el "alma" sube a la mansión de los Pitris (Devachan), o desciende a un "infierno" (Kâmaloka), o bien renace en la tierra en otra forma humana.

El estudiante de filosofía esotérica conocerá fácilmente el sentido de las alegorías.

[Yama: dios de la justicia, y místicamente el padre de Yudhichthira, primogénito de los príncipes pândavas.

Yama significa además: muerte; represión, coerción, continencia, abstención; regla moral.

Es uno de los ocho yogângas (requisitos o partes del Yoga).

Véase: Aforismos de Patañjali, II, 29.

Literalmente, Yama significa: refrenador.]

India, su cultura y principales religiones: hinduismo, budismo, jainismo