YEATS

Wilam Butler Yeats (1865-1939) Poeta, dramaturgo y ocultista anglo-irlandés. Yeats nació en Sandymouth, una pequeña población cercana a Dublín.

Su padre, dedicado a la pintura, en particular al retrato, decidió trasladarse con su familia a Londres, esperando alcanzar allí un éxito que no logró en absoluto. Desencantado, los Yeats regresaron a Dublín.

En 1885 el joven William se matriculó en la Metropolitan School of Art, al tiempo que publicaba sus primeras poesías. Es por entonces cuando empezó a interesarse vivamente por la magia y el ocultismo. En 1887 regresó a Londres y se hizo miembro de la Sociedad Teosófica, en donde simpatizó bastante con su fundadora, la señora Blavatsky*. En ese mismo año se puso a estudiar con interés los «libros proféticos» de William Blake*, poeta al que se sintió muy vinculado. Con Blake lee también a Swedenborg* , a los neoplatónicos, y abundantes textos alquímicos.

En el verano de 1887 Yeats ingresa en la organización mágica de la Golden Dawn*, y recibe la iniciación* y el consiguiente nombre secreto. El interés mostrado por la magia, la alquimia y el misticismo no le impidieron seguir publicando sus obras poéticas. En 1889 ve la luz su primera colección de poemas, que lleva por título Los vagabundos de Oisin, en los que, a través de su estilo mítico y onírico, buscó las raíces de las leyendas irlandesas que tanto le atraían. Pero, además, Yeats fue un ferviente nacionalista, que fundó por esos años, en Dublín, la «Sociedad literaria irlandesa».

La obra poética de Yeats, siempre colmada por un simbolismo esotérico ferviente, adquirió cada vez más relumbre. Al mismo tiempo estrenó repetidas obras de teatro en las que expresaba claramente sus deseos de nacionalismo —El país de nuestros anhelos, Deirdre, etc.— que también gozaron de éxito. Casado con una estudiosa de las doctrinas teosóficas, Georgie Hyde-Lees, Yeats se fue volcando cada vez más intensamente en sus investigaciones ocultistas.

Tras su ruptura con Crowley* y la Golden Dawn, fundó su propia orden esotérica de ritual céltico, la «Stella Matutina», que no gozó de larga vida. Por el contrario, su fama como escritor llegó por esos años a la cima. En 1923 recibió el premio Nobel, convirtiéndose casi en el símbolo de Irlanda. Debido a su precaria salud, pasó los últimos años de su vida en Italia y el sur de Francia, en Roquebrune-Saint-Martin, donde murió en 1939. Unos diez años después de su muerte, el gobierno irlandés envió un barco de guerra para recoger los restos de su poeta nacional, y enterrarlos, de acuerdo con su deseo, a los pies de la montaña Ben Bulben, en su amada Irlanda.

Término utilizado en esoterismo, espiritualidad o, en el movimiento rosacruz.