TRASTORNOS ALIMENTARIOS

María Jesús Bacigalupo

I. INTRODUCCIÓN

II. ANOREXIA NERVIOSA

III. BULIMIA NERVIOSA

IV. FACTORES DESENCADENANTES

V. TRATAMIENTO

IV. FACTORES DESENCADENANTES DE TRASTORNOS ALIMENTARIOS

A pesar de que estos trastornos se conocen hace ya varias décadas, en los últimos años han alcanzado un nivel de prevalencia realmente preocupante, especialmente en culturas occidentales. Se han estudiado varios factores que podrían influir en su aparición, pero no se sabe si son factores personales, familiares o culturales, si uno de esos factores tiene mas influencia que el otro o si es la interacción entre ellos lo que desencadenaría un trastorno de este tipo

No podemos negar que actualmente vivimos en una sociedad que rinde culto al cuerpo. Parece ser central en el mundo actual, tener un cuerpo esbelto para ser feliz, para encontrar pareja, trabajo y amistades. Los medios de comunicación bombardean constantemente con la idea de que, mientras tengamos un cuerpo delgado obtendremos éxito y aceptación. Pero ¿será la delgadez un símbolo de belleza y estatus? ¿valdrá la pena pelear por el cuerpo perfecto a costa de tu vida?

Además, puede ser que tu familia le de mucha importancia al físico o que sientas que siempre te están exigiendo más de lo necesario. Probablemente piensas que tu opinión no siempre es validada como te gustaría y que no dejan que tengas tu propio espacio.

A pesar de todo esto, no todos los que están insertos en esta sociedad desarrollan un trastorno alimentario, por lo tanto, deberías preguntarte si hay características tuyas que podrían estar influyendo. Probablemente te preocupas mucho por como se ve tu cuerpo, eres muy exigente contigo misma y tiendes a buscar que todo te salga "perfecto". Sin embargo, esta preocupación por la belleza no es tanto un deseo por ser perfecta, sino que sería mas que nada un deseo intenso por ser aceptada y sentirte querida por los demás. Probablemente piensas que se te aceptará por tu físico y que caerás mejor o peor dependiendo de los kilos que peses, talvez estás en un error. Posiblemente, cuando empezaste a controlar más tu comida y empezaste a bajar de peso, pensaste que tu vida iba a cambiar, que te ibas a sentir mucho mejor contigo misma, que el resto te iba a querer mucho más, que ibas a adquirir mayor popularidad y que te iba a ir mucho mejor con el sexo opuesto. Te invito a que te preguntes ¿Qué de esas cosas se han cumplido? Probablemente ahora te sientes mucho peor contigo misma, tus relaciones con los demás han empeorado y te has alejado de tus amistades.

Esta es una enfermedad que se vive muy en solitario, para que el resto no se de cuenta de todo el daño que te estas haciendo, sin embargo, el esconderlo no te lleva a nada sano. Por lo tanto, si te has sentido identificada con lo que has leído hasta ahora, probablemente sea hora de que pidas ayuda. El primer paso, que probablemente sea el más difícil, es aceptar que tienes un problema. Sólo una vez que asumas que has perdido el control podrás empezar a transitar por el camino que te llevará a recuperarlo.