Casos tratados con esencias florales

Curso de Flores de Bach

Terapeuta de esencias florales

Acebo

A un niño de nueve años se le diagnosticó que era hiperactivo. Sus padres consultaron con un médico holístico que también utilizaba esencias florales. En una sesión de diagnóstico del niño, no se pudieron identificar problemas nutricionales o fisiológicos significativos. No obstante, el niño mostraba claras señales de sufrir problemas emocionales. Su comportamiento era muy nervioso y siempre se mostraba irritado v hostil en su respuesta ante los demás. Parecía incapaz de integrarse en su sistema familiar o de recibir calor y afecto de otros miembros de su familia.

Se eligió un único remedio: flores de acebo. Los padres recibieron con extrañeza los cambios observados en su hijo y comentaron al médico: «No sabemos cómo darle las gracias; hubiera lo que hubiese en esas gotas, le han transformado la personalidad; ahora se ha reintegrado por fin al calor de nuestra familia».

Olmo

Un hombre de mediana edad visitó a su médico quiropráctico/naturópata con síntomas de dolor intenso y profundo en la articulación del hombro izquierdo. Se le hicieron todos los análisis y protocolos habituales para evaluar cuál era su estado. Después de seis visitas para intervenciones quiroprácticas y suave terapia de los tejidos, el intenso dolor continuaba igual que antes.

El médico llegó a la conclusión de que la causa del dolor no era de origen físico y recetó esencia de flor de olmo. Después de ocho días, el paciente dijo que el dolor había desaparecido por completo. Durante ese tiempo comprendió que sus molestias procedían de su abrumador sentido de la responsabilidad, que era una carga para él, y que se había manifestado en forma de «peso» psíquico sobre el hombro izquierdo. Con ayuda de la esencia de flor de olmo, este hombre realizó un cambio drástico en su actitud, tanto hacia su vida como respecto a su trabajo. El intenso dolor que experimentaba en el hombro izquierdo ya nunca reapareció.