La psicología de la Maternidad

La psicología de la Maternidad tiene su fundamento científico en la medicina, en la psicología y otras ciencias afines. Todos estos conocimientos juntos han hecho estudios y pesquisas profundas en este vasto campo cuyo objetivo radica en comprender el gran misterio que acompaña a la gestación , el parto, el puerperio y el amamantamiento de ese nuevo SER, de sus progenitores y familia en general, usando los conocimientos teóricos y vivenciales.

El ciclo gestacional - parto - puerperal es una etapa de crisis y como tal trae la oportunidad de un enorme crecimiento personal, ya que durante la gestación que se inicia la relación madre hijo/a y también la reestructuración del núcleo familiar. Cada miembro de la familia que está gestando sufre transformaciones significativas bajo el impacto de la gestación. Para graficar más esto, recurrimos a la Dra. Marie Langer cuando dice en su libro "Maternidad y Sexo": la gestación, el parto y el post parto son acompañados en general, de malestar, ansiedad y dolor por factores psicoafectivos-socio- genéticos".

El nacimiento es una experiencia individual, de la pareja y de la familia que requiere de una asistencia pre-natal global integral a la familia que está gestando, esperando un nuevo Ser. Este es un momento que merece los esfuerzos preventivos de los profesionales que están cuidando de la gestante: gineco-obstetra, matronas, psicólogos, kinesiólogos y de esta forma presentar una nueva perspectiva de preparación psicológica para la maternidad y la paternidad, cuya finalidad es esencialmente favorecer el crecimiento emocional, a través de la experiencia de tener un hijo/a y establecer con el , una unión potencialmente saludable y profunda. Resultando en una atención global e integral para la salud física orgánica- emocional y espiritual de la mujer y de su hijo en formación. Una asistencia prenatal más amplia que acompañe tanto a la mujer gestante como a la "Familia que está Gestando" permite que los "imprints" o memorias prenatales de este nuevo ser en camino sean positivas. Esto posibilita una base psicoafectiva adecuada para un buen desarrollo como individuo que deriva en una forma más de colaborar en la creación de una sociedad más humana, más justa y feliz.

En lo que se refiere a la mujer y la pareja el apoyo profesional requiere rescatar la femineidad y la sensualidad de la gestante integrando al marido en el espacio íntimo y en el rol del apoyo y cuidado de los otros hijos. Sí conseguimos a través de un cuidado adecuado que las mujeres tengan un mínimo de angustia y sentimiento de culpa y que puedan aceptar con gusto y placer su femineidad, podemos esperar que la gestación y el parto sean nuevamente lo que son para algunas sociedades: La conquista máxima de sus facultades biológicas, acompañada por la plena conciencia de intervenir en la mayor experiencia posible: haber concebido y alimentado dentro de sí un nuevo Ser y haberle dado vida.

La gestación como crisis, no se termina con el parto, por lo tanto el puerperio debe ser considerado como un período crítico, pues implica nuevos cambios fisiológicos, en la consolidación de la relación materno filial y en grandes modificaciones de la rutina y de la relación familiar. De esta forma estaremos previniendo la aparición de focos patológicos orgánicos, mentales, emocionales y espirituales, que puedan comprometer su desarrollo, impidiéndole TENER DERECHO A LA VIDA CON CALIDAD.

"NACER BIEN SEA EL DERECHO DE LOS HIJOS Y EL RENACER LA OPORTUNIDAD DE LOS PADRES".

Marcia Riveros Guerra. Directora Nacer renacer.