LAS NUEVAS VISIONES,

Biografía: CARL ROGERS

Las Nuevas Visiones 6

Hoy nos enfrentamos con una situación diferente. La facilidad y rapidez de la comunicación significa que cada uno de nosotros es consciente de una docena de "realidades"; incluso aunque pensemos que algunas de ellas son absurdas (como la reencarnación) o peligrosas (como el comunismo), no podemos dejar de percibirlas. Ya no podemos existir más en un seguro capullo, sabiendo que todos vemos el mundo de la misma manera.

Debido a este cambio quiero formular una pregunta muy seria: ¿podemos hoy darnos el lujo de tener "una" realidad?, ¿Podemos todavía preservar la creencia de que existe un "mundo real" sobre cuya definición todos estamos de acuerdo? Estoy convencido de que se trata de un lujo que no podemos afrontar, un mito que no osamos mantener. Sólo recientemente en la historia esto ha sido plena y exitosamente logrado. Millones de personas estuvieron completamente de acuerdo sobre la naturaleza de la realidad cultural y social un acuerdo logrado por la magnetizante influencia de Hitler. Este acuerdo sobre la casi marcó la destrucción de la cultura occidental. No lo veo como algo que deba ser emulado.

En la cultura occidental durante este siglo -especialmente en los Estados Unidos- también ha existido un acuerdo establecido sobre la realidad de los valores. Este evangelio puede resumirse muy brevemente: "Más es mejor, más grande es mejor y más rápido es mejor y la tecnología moderna va lograr estas tres eminentemente deseables metas". Pero ahora este credo es un desastre desmoronado en el que pocos creen. Se está disolviendo en el smog de la polución, el hambre de la superpoblación, la espada de Damocles de la bomba nuclear. Hemos alcanzado tan exitosamente la meta de "una explosión más grande por un dólar", que estamos en peligro de destruir toda la vida de este planeta.

Nuestros intentos, entonces, de vivir en un "mundo real" que todos percibamos de la misma manera nos ha llevado, según mi opinión, al borde de la aniquilación como especie. Seré tan osado como para sugerir una alternativa.

Me parece que la modalidad del futuro será basar nuestras vidas y nuestra educación sobre la suposición de que hay tantas realidades como personas, y que nuestra prioridad más elevada es aceptar tal hipótesis y proceder a partir de allí. ¿Proceder hacia dónde? Proceder, cada uno de nosotros a explorar con la mente abierta las muchas, muchísimas percepciones de la realidad que existen. Podríamos creo, enriquecer muestras propias vidas en el proceso. Podríamos también ser más capaces de enfrentarnos con la realidad en que existe cada uno de nosotros, porque seríamos conscientes de muchas más opciones. Esto bien podría representar una vida llena de perplejidad y elecciones difíciles demandando madurez, pero sería llena de vida excelente y aventurera.