Teoría general de sistemas

Lo primero que es fundamental comprender, es la teoría de sistemas, siendo ésta parte de una cibernética de primer orden, la cual obedece a un realismo ingenuo, en una epistemología positivista. Desde el sentido común sabemos que mi comportamiento afecta el de otro, y viceversa, es decir, que estamos interrelacionados.

Sin embargo, la ciencia comienza a entender los fenómenos de esa manera cuando se convierte en una necesidad para el avance tecnológico y la eficiencia de las operaciones. Anteriormente, se consideraba más práctico observar los fenómenos de forma analítica, estudiando las partes como si fuesen independientes a su totalidad, por tanto, cayendo en un reduccionismo que nos cegó por mucho tiempo de la complejidad presente de todo ser vivo. Hasta la unidad más pequeña es tan compleja como su totalidad.

Sin embargo, esta concepción cayó por su propio peso. Este esquema reduccionista y mecanicista resultada insuficiente para enfrentarse a los problemas teóricos y prácticos planteados por la tecnología moderna (Bertalanffy, 1991) Se toma por primera vez en cuenta los postulados de Bertalanffy en los años 50, donde se promueve la investigación en esta área.

Bertalanffy planteó la teoría de sistemas, la cual propone investigar isomorfismos de conceptos, leyes que sean transferibles a otros campos disciplinarios, con el propósito de mejorar la comunicación en la ciencia. (Rodríguez, 1991) El entiende todo ser vivo como sistemas abiertos en constante intercambio de información con el entorno.

Lo vivo no es más que un complejo de elementos en interacción. Cuando el contexto sociocultural necesitó de esta teoría para entender los fenómenos, a pesar de todo el avance científico y tecnológico que produjo, apareció un cierto temor al peligro de que el hombre se vuelva reemplazable, por ser simplemente una parte del engranaje. Sin embargo, la parte es tan importante como el todo, si se cambia una parte, claramente cambiará el sistema, y yo no creo que haya una persona igual a otra para que la reemplace, ni una máquina que alcance los mismos niveles de complejidad.

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Cibernética de primer orden y de segundo orden