Enzo Cozzi
E. C: ¿Sin la ayuda de los sabios antiguos, cómo se podría volver a alcanzar los niveles superiores? ¿Se habrá perdido para siempre ese saber, esa posibilidad de perfección?
A. M: Al revés. Debes mirarlo de otro modo. Cuando no se entiende el pensamiento mapuche, se suele suponer que los antepasados obran para perfeccionarlo a uno, pero en la cultura mapuche, es uno el que obra para que los antepasados lleguen a la perfección (nivel 4).
Para los occidentales es difícil entender estos procesos, pero en la idea mapuche del tiempo y de la perfección, nosotros, las generaciones actuales, somos los que debemos trabajar. Nosotros tenemos la responsabilidad para que los abuelos y los ancestros que no han alcanzado el nivel superior, realicen su perfección. Recuerda que ellos no han muerto sólo han transitado a otra vida, que pueden volver a nacer o volver al mundo real. Hoy día es nuestra tarea conseguir que los abuelos logren la perfección, ese nivel de conocimiento superior, llevándolo aún más lejos ampliando los conocimientos, que los primeros abuelos instauraron en el mapu. Eso – nuestros esfuerzos- permite que los abuelos alcancen el nivel superior y puedan regresar a la vida.
Hoy muchos mapuche luchamos por recuperar nuestra tierra, recuperar la esencia del ser mapuche, porque los abuelos han regresado en ésta época y somos ellos y seguirán volviendo a través de nosotros y de las demás generaciones. El hecho de tener siempre presente a nuestros abuelos significa que los estamos perfeccionando, porque además eso es lo que uno está haciendo. Está preparando el camino para cuando llegue a ser viejo o cuando tenga que morir, para que otros, otras generaciones, puedan llevarlo a uno a la perfección. Lo que estamos haciendo hoy, es la lucha por llevar a nuestros abuelos a la perfección, para darles la posibilidad de volver a nacer. Para que nuestros antepasados del tiempo de la colonización vuelvan a nacer o lleguen a la perfección, es mucho el trabajo por hacer hoy.
Se trata de cómo volver a darle sentido a nuestras vidas como mapuche, darles a nuestra gente una razón de ser, un motivo de vivir, una razón y un camino para apoyar a nuestros abuelos a llegar a la perfección. Es la preparación para que ellos vuelvan a nacer. Significa que tenemos que desdoblarnos para volver a nacer y que nuestro nacimiento tenga un sentido y pasar a un nivel nuevo y empezar desde allí la reconstrucción de una nueva vida. Tal vez no una vida original, como fue hace 600 años atrás, si no que readecuándonos a este mundo nuevo, y eso les llamo la "construcción de la cuarta historia mapuche".
Sin éste nuevo ser mapuche con un nuevo sentido de la vida, es casi imposible la proyección de esta cultura, tal vez quede un libro escrito, o cosas menos tangibles, apellidos, unas hás de tierra, un cántaro o un trarilonko, pero nos faltará la vida en conexión con los abuelos, la naturaleza y los espíritus.