MI VISIÓN DEL TAROT

Jaime Hales

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¿Qué es el Tarot?

Las cartas del Tarot son instrumentos misteriosos que conducen hacia las profundidades de nuestro propio yo. Su meta es transitar por un camino que nos acerca a una mayor conciencia de nosotros mismos. La meta final será acceder de verdad a nuestro interior y a una mejor forma de vivir.

Luego de haber estudiado, enseñado y leído el Tarot por años, siento que su respuesta es segura e importante tanto para el consultante como para el lector. Al contactar con el Tarot, iniciamos una búsqueda mágica, trascendente y concreta a la vez de una información que reside tanto en el subconsciente de cada uno como en el inconsciente colectivo. El nivel y la profundidad que alcancemos dependerá de la evolución y del conocimiento interior.

El Tarot es un Libro de Sabiduría escrito en un lenguaje que sólo se puede descifrar con una especial disposición de fe y sencillez de alma. Aunque la relación con él puede ser inmediata, la gran profundidad de la sabiduría contenida reclama un respaldo cultural para comprender símbolos que contienen mensajes milenarios.

Como revelación de un conocimiento superior, nos excede en el tiempo y en el espacio. Pero, por grande y trascendente que sea su contenido, no deja de ser un libro, un instrumento al servicio de los humanos. Lo valioso es su respaldo. El instrumento elegido adquiere valor por lo que está significando y no por sí mismo. Un naipe, un libro, una baraja, una piedra o un cristal, no dejan de ser objetos materiales, más o menos hermosos, mejor o peor construidos, pero su sola materialidad no es suficiente. La fe, la seguridad, la confianza e incluso la esperanza, deben mantenerse fundamentalmente en Dios, que es el origen y la totalidad. El Tarot no es una deidad ni una entidad que pueda ser adorada. Su uso adecuado requiere inteligencia e intuición. Intentar una comprensión total desde nuestra posición de seres creados, con limitaciones temporales y espaciales, es un acto de mera e inútil soberbia. Lo que podemos conseguir es una respuesta útil para quien consulta (nosotros mismos o un interlocutor) en el sentido de orientar para sus propias decisiones. Si queremos saberlo todo, perderemos nuestro tiempo.