GEORGES IVANOVICH GURDJIEFF (1877?-1949)

Famoso ocultista y esotérico ruso, que para algunos autores es el más importante del s. XX. Los datos que se refieren a la primera etapa de la vida de Gurdjieff -incluyendo la fecha de su nacimiento- resultan vagos y poco constatables. Sin embargo, se da como cierta la localidad de su nacimiento: Alexandropol, para los rusos, o Gunmru, para los turcos. Georges Ivanovich pertenecía, por su rama paterna, a una familia griega, los Gurjides; por lo que respecta a la materna, era de ascendencia armenia. En 1879, la familia de Gurdjieff, cuyos ingresos procedían exclusivamente de los numerosos rebaños que poseían. se vio obligada a emigrar, debido a una peste que exterminó el ganado y les dejó en una ruina total.

Trasladados a Kars, una localidad montañesa, trataron de rehacer su vida trabajando en nuevas labores. La localidad de Kars era una de las muchas que habían pertenecido al Imperio turco, y que tras la victoria de las tropas zaristas en una reciente guerra estaba siendo repoblada por los rusos. Todos estos cambios de ambiente y de costumbres influyeron lógicamente en el joven Gurdjieff, cuyo padre tuvo que desempeñar distintos oficios para poder sacar adelante la familia.

Una de las características de este hombre, según cuenta el propio Gurdjieff en su relato autobiográfico Mis encuentros con hombres notables, era el de rapsoda; y entre los relatos que solía escucharle figuraban retazos de la antiquísima epopeya sumeria de Gilgamesh.

Cuando en su madurez leyó Gurdjieff que un equipo de investigadores había descubierto en unas excavaciones las famosas tablillas en las que estaban inscritas fragmentos de la citada epopeya, pudo comprobar lleno de asombro que en ellas se decía, de forma casi idéntica, lo que había escuchado de niño de labios de su padre.

Ávido lector atraído desde su juventud por todo lo que tuviera que ver con lo misterioso y se escapase a la dimensión de lo racional, empezó a introducirse muy pronto en el universo de lo esotérico, asistiendo a sesiones de espiritismo*, en las que comprobó fenómenos paranormales, al tiempo que su vida se vio rodeada de extraños sucesos que le ayudaron a crear una especie de caldo de cultivo para lo que fue posteriormente su trabajo esotérico.

En esa época, el joven Gurdjieff con un magnífico protector, al que se refirió siempre con mucho respeto: el pope Borsch. Este hombre le animó a realizar algunos estudios de ciencias y de medicina, si bien el muchacho está destinado, en principio a la vida religiosa.

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