Del enfoque individual al enfoque familiar.

Ximena Santa Cruz Bolívar
Psicóloga Universidad de Chile

SANTIAGO DE CHILE
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El observador que hace las distinciones,posee un sistemanervioso. El observadorde mayor desarrolloneurológico según nuestro conocimiento científico es el hombre y este no es capaz de distinguir efectivamente entre ilusión y percepción; Existen numerosas experiencias científicas al respecto que podrían demostrar cómo los seres humanos, no poseen la capacidad de distinguir entre ilusión y percepción.(Maturana, 1983).

Esto es, según Maturana, el paso que induce a preguntarse por el observador y a afirmar que aquello que el observador distingue depende de lo que él hace y depende también de su estructura biológica. De acuerdo a su biología, no resulta posible hablar de un mundo externo independiente del observador. Sino que es necesario hacerse cargo de la biología y aceptar que el fenómeno distinguido depende de lo que el observador haga y más aún depende del observador, de su biología y de sus emociones (estas se encuentran en lo más hondo de dicha biología). Lo que hace el observador es "traer a la mano" aquello que ha distinguido, y a través del lenguaje elabora una reformulación o explicación, acerca de cómo trae a la mano aquello que ha distinguido.(Maturana, 1990).

Eso es lo que hace la ciencia: se encarga de explicar qué debe hacer el observador para traer a la mano, teniendo una biología en común, un determinado fenómeno distinguido. Muchas veces las personas caen en el error (constantemente lo hacemos) de pensar que el mundo existe con independencia de ellos, que es algo objetivo, y se habla de un UNIVERSO en el cual se observa y se tiene un acceso privilegiado a la realidad. Aquel que disiente de esta "percepción", o de esta verdad, está errado, está loco, o tal vez sea malo. Así las personas se encargan de descalificar sistemáticamente a aquellos interlocutores que no "perciben" el mundocomo ellos. (Maturana,1991).

Maturana en cambio asume que existe una objetividad en paréntesis que permite creer en un MULTIVERSO en el cual cada uno se hace cargo y es responsable de su biología y por tanto de los fenómenos y la forma de distinguirlos. Así se acepta la existencia de otros con distintas formas de operar en el mundo. La opción aquí es la siguiente: si me gusta vivir con el otro, comparto a través de mi interacción con él en diversos dominios mi suceder del vivir. Sino, decido no compartir con él en particular, sin negar su validez como un ser humano, interlocutor que piensa distinto y opera distinto, dentro del MULTIVERSO.(Maturana, 1991).