FAMILIA Y ESCUELA:

ESPACIOS PRIVILEGIADOS PARA EL APRENDIZAJE

Ximena Santa Cruz Bolívar
Psicóloga Universidad de Chile

SANTIAGO DE CHILE
Isabel La Católica 3828- LAS CONDES
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LIMITES Y REGLAS EN LA FAMILIA

En la medida que los niños van creciendo, se hace necesario ir regulando sus conductas a través de normas y reglas. Las primeras normas tienen la función de protección de su integridad física ("no toque eso, que quema" "Cuidado despacio, te puedes caer de ahí", etc.).Por lo general estas normas tienen carácter de prohibiciones o advertencias y tienen la función de evitar conductas en el niño, que amenacen su vida o salud.

Poco a poco las normas van teniendo más sentido en relación a los demás, y surgen en primera instancia las normas asociadas a la etapa de control de esfínteres. Vendrán así diversas reglas en la forma de comportarse frente a los demás en diferentes situaciones sociales, que tendrán que ser luego aplicadas en las experiencias pre-escolares y escolares.

De una u otra forma las reglas y normas son sentidas por los niños como algo seguro, que aunque a veces signifiquen ser reprimidos en algunas acciones, les permite sentir que sus padres se preocupan por él y lo quieren.

El acto de poner normas significa "rayar la cancha" a los hijos respecto a lo que cada familia acepta o rechaza como conductas válidas para la convivencia. Esto está además previamente regulado por las normas sociales y culturales de convivencia y respeto por los demás. En la familia se afinan aún más estas definiciones, se precisan las formas y estilos de llevar la convivencia con otros.

Estas reglas y normas marcarán sin duda, la forma en que los miembros de la familia perciben el mundo y emiten sus opiniones sobre lo aceptable o inaceptable, en términos de convivencia con los otros.

Se debe señalar que estas reglas para la convivencia diaria varían de familia en familia. Es así como las familias aceptarán determinados comportamientos, que en otras pueden resultar aberrantes, como por ejemplo dar permiso a los adolescentes para ir a una fiesta toda la noche, en circunstancias que en otras familias los adolescentes de la misma edad deben regresar a la una de la madrugada a más tardar. Cada familia estipula entonces, las conductas que serán aceptadas o rechazadas en la convivencia con los otros, dentro y fuera del radio familiar.