CAPÍTULO 2: TODO ESCOLAR SABE...

Biografía de Gregory Bateson

14. La causalidad no opera hacia atrás

La lógica a menudo puede ser invertida, pero el efecto nunca precede a la causa. Esta generalización ha sido un escollo para las ciencias de la psicología y de la biología desde la época de Platón y Aristóteles. Los griegos se inclinaban a creer en los que luego se denominó causas finales, pensaban que la pauta generada al final de una secuencia de sucesos podía considerarse, de algún modo, causal respecto del derrotero seguido por esa secuencia. Esto condujo a todo el asunto de la teleología (telos significa el fin o finalidad de una secuencia de sucesos).

Los pensadores de la biología se enfrentaron con el problema de la adaptación. Parecía que las tenazas del cangrejo estaban para agarrar cosas. La dificultad siempre residía en hacer retroceder el razonamiento desde la finalidad de las tenazas a la causa de su desarrollo. Durante mucho tiempo se consideró herético en biología creer que las tenazas estaban allí porque eran útiles. Esta creencia contenía la falacia teleológica, una inversión de la causalidad en el tiempo.

El pensamiento lineal progresivo siempre generará o bien la falacia teleológica (de que el fin determina el proceso), o bien el mito de alguna instancia sobrenatural de control.

Lo cierto es que cuando los sistemas causales se tornan circulares (asunto que discutiremos en el capítulo 4), un cambio en una parte cualquiera del círculo puede considerarse como causa de un cambio, en un momento posterior, en cualquier variable y en cualquier lugar del círculo. Así, un aumento de la temperatura de una habitación puede ser considerado causa del cambio en el encendido del termostato, y, alternativamente, puede considerarse que la acción del termostato controla la temperatura de la habitación.