CAPÍTULO 2: TODO ESCOLAR SABE...

Biografía de Gregory Bateson

16. Las palabras "estabilidad" y "cambio" describen unas partes de nuestras descripciones

En otros lugares de este libro, la palabra "estable", y también, forzosamente, la palabra "cambio", se volverán muy importante. Es sensato, pues que las examinemos ahora que estamos en la fase introductoria de nuestra tarea. ¿Qué trampas contienen u ocultan estas palabras?

"Estable" suele aplicarse como un adjetivo aplicado a una cosa. Se dice que un compuesto químico, una casa, un ecosistema o un gobierno son "estables". Si indagamos un poco más, se nos dirá que el objeto estable no se modifica bajo el impacto o la tensión derivados de alguna variable interna o externa, o quizás que resiste el paso del tiempo.

Si empezamos a investigar qué hay detrás de este uso de la "estabilidad", hallaremos una amplia gama de instrumentos. En el nivel más simple, tenemos la dureza o la viscosidad físicas, cualidades descriptivas de las relaciones de impacto entre el objeto estable y algún otro. En niveles más complejos, toda la masa de procesos interconectados llamada vida puede estar involucrada en hacer que nuestro objeto perdure en un estado de cambio capaz de mantener ciertas constantes necesarias como la temperatura del cuerpo, la circulación de la sangre, la cantidad de glucosa en la sangre, o aún la vida misma.

El acróbata en un alto trapecio mantiene su estabilidad mediante una corrección continua de su desequilibrio.

Estos ejemplos más complejos sugieren que cuando utilizamos la palabra "estabilidad" al referirnos a cosas vivas o a circuitos que se auto-corrigen, deberíamos seguir el ejemplo de las entidades sobre, las cuales hablamos. Así como para el trapecista es importante lo que se denomina su "equilibrio", para el cuerpo de un mamífero lo es su "temperatura". Acerca del estado cambiante de estas importantes variables se informa momento a momento en las redes de comunicación del cuerpo. Para seguir el ejemplo de la entidad referida, deberíamos definir siempre la "estabilidad" por referencia a la verdad en curso de cierta proposición descriptiva. El enunciado: " El acróbata está sobre el alto trapecio" sigue siendo verdadero bajo el impacto de leves corrientes de aire y vibraciones del cable del trapecio. Esta "estabilidad" es el resultado de cambios continuos en las descripciones de la postura del acróbata y de la ubicación de su polo de equilibrio.

De ello se infiere que nuestros enunciados acerca de la "estabilidad" de entidades vivas deben ser siempre rotulados con referencia a cierta proposición descriptiva, de modo tal que la tipificación de la palabra "estable" resulte clara. Como ya veremos, especialmente en el capítulo 4, toda proposición descriptiva debe clasificarse según la tipificación lógica de sujeto, predicado y contexto.

Análogamente, todo enunciado acerca del cambio exige las mismas precisiones. Un dicho tan profundo como el francés "Plus ça change, plus c'est la même chose" ("Cuanto más cambia, más sigue siendo lo mismo"), debe su sagaz sapiencia a una confusión de tipos lógicos. Tanto lo que "cambia" cuanto lo que "sigue siendo lo mismo" son proposiciones descriptivas, pero de orden diferente.

La lista de presupuestos examinada en este capítulo requiere algún comentario. Ante todo, esa lista no es en modo alguno completa, y no puede afirmarse que sea posible preparar algo así como una lista completa de verdades o generalidades. ¿Es acaso una característica del mundo en que vivimos que una lista tal sea finita?

En la preparación de este capítulo hemos resignado aproximadamente una docena de ítemes que eran candidatos a ser incluidos en él y a otros tantos se les desplazó a los capítulos 3, 4 y 5. Pero pese al carácter incompleto de la lista, hay todavía una serie de posibles ejercicios que el lector puede llevar a cabo con ella.

En primer lugar, siempre que un científico tiene ante sí una lista por un impulso natural empieza a clasificar u ordenar sus miembros. Yo lo he hecho en parte, dividiendo la lista en cuatro grupos, dentro de los cuales los miembros se vinculan de diversas maneras. No sería un ejercicio trivial enumerar las maneras en que pueden conectarse tales verdades o presupuestos. El agrupamiento que yo he fijado es el siguiente:

Un primer grupo incluye los presupuestos 1 a 5, que parecen aspectos conexos del fenómeno necesario de la codificación. Aquí por ejemplo, la proposición de que "la ciencia nunca prueba nada" se reconoce fácilmente como un sinónimo de la distinción entre mapa y territorio; ambas derivan de los experimentos de Ames y de la generalización de la historia natural en el sentido de que "no hay experiencia objetiva".

Es interesante advertir que, en el aspecto abstracto y filosófico, este grupo de generalizaciones debe depender muy estrechamente de algo parecido a la "navaja de Occam" o regla de economía. Sin un criterio supremo de esa índole, no hay una manera concluyente de elegir entre una hipótesis y otra. El criterio que resulta indispensable es el de la simplicidad versus la complejidad. Pero junto a estas generalizaciones tenemos su conexión con la neurofisiología, los experimentos de Ames, etc. Uno se pregunta de inmediato si el hecho de que el material sobre la, percepción no acompañe al de carácter más filosófico no se debe a que el proceso de la percepción contiene algo así como un criterio de economía. El análisis de las totalidades y las partes en la proposición 5 es una formulación de una clase común de trasformación que tiene lugar en los procesos que llamamos descripciones.

Las proposiciones 6, 7 y 8 forman un segundo grupo, que se ocupa de las cuestiones referidas a lo aleatorio y lo ordenado. Observará el lector que la idea de que lo nuevo sólo puede sacarse de lo aleatorio está en casi total contradicción con la inevitabilidad de la entropía. Todo el asunto de la entropía y la entropía negativa o negentropía (véase el "Glosario"), así como los contrastes entre el conjunto de generalidades asociado con estas palabras y el asociado con la energía, será tratado en el capítulo 6, cuando nos ocupemos de la economía de la flexibilidad. Aquí baste señalar la interesante analogía formal que existe entre la aparente contradicción de este grupo y la discriminación que hemos trazado en el tercer grupo, donde se oponen, en la proposición 9, el número y la cantidad. El tipo de pensamiento referido a la cantidad se asemeja en muchos aspectos al que gira en torno del concepto de energía, en tanto que el concepto de número está mucho más íntimamente vinculado con los de pauta y negentropía.

El misterio cardinal de la evolución reside, desde luego, en el contraste entre los enunciados de la segunda ley, de la termodinámica y la observación de que lo nuevo sólo puede sacarse de lo aleatorio. Fue este contraste el que Darwin resolvió en parte mediante la teoría de la selección natural.

Las proposiciones 9 a 12 y 13 a 16 constituyen los otros dos agrupamientos de la lista. Dejo en manos del lector expresar con sus propias palabras cuál es la vinculación interna de estos grupos, y crear otros de acuerdo con su propia manera de pensar.

En el capítulo 3 seguiré bosquejando el trasfondo de mi tesis mediante una enumeración de generalidades o presupuestos, pero a la vez me acercaré más a los problemas centrales del pensamiento y la evolución, al tratar de responder a esta pregunta: ¿De que manera pueden dos o más ítemes de información o directivas operar de consuno o en oposición? Esta pregunta y sus múltiples respuestas me parecen fundamentales para cualquier teoría del pensamiento o de la evolución.